
Jonny Depp puso nuevamente de moda las historias de piratas y corsarios gracias a su película. Y es que siempre cautivan la imaginación las aventuras que tienen como protagonistas a esos delincuentes del mar, convertidos por la imaginación popular, el cine y las reinas, en verdaderos héroes. Chile no se queda atrás en lo que a piratas se refiere, ya que, siendo un país de extenso litoral y antes de la construcción del canal de Panamá fue paso obligado de todo el tráfico naval que venía desde Europa a partir del siglo XVI.
Sí, Valparaíso también sufrió los estragos de las visitas corsarias. Francis Drake, convertido en Sir por la reina de Inglaterra asoló las costas de mi ciudad allá por el mil quinientos y tanto. Y los tesoros, quizás no tan exuberantes como el de la película en que Depp y Geofrey Rush, alias, capitán Barbosa comparten créditos, también tienen cabida en algún lugar de Valparaíso.
Todo niño o niña porteño más o menos osado dice haber visitado en algún momento de su vida la Cueva del Pirata. Y, como en toda leyenda, el lugar es impreciso. Los investigadores ubican el lugar donde Drake ocultó el tesoro, cerca de Laguna Verde al norte de Valparaíso.
La historia dice más o menos así: “Era la mañana del 5 de Diciembre de 1578 cuando el “Golden Hind” al mando de Sir Francis Drake, entró al Puerto de Valparaíso. Este pirata había sufrido una increíble derrota de parte de los indios, quienes lo habían expulsado de la Isla Mocha diez días antes. En esa ocasión, Drake había recibido un mazazo en la cabeza y un flechazo bajo el ojo derecho.
Durante tres días, el corsario y los suyos, permanecieron en Valparaíso desvalijando una ciudad solitaria cuyos habitantes sólo habían atinado a refugiarse en los cerros o internarse en los campos abandonándolo todo.
Fue entonces, cuando no satisfecho con el botín de sesenta mil duros obtenidos, robó en la Iglesia “La Matriz”: un cáliz de oro, un crucifijo de plata y unas vinajeras fue el resultado de su pillaje y cuando comprobó que los víveres y el botín eran suficientes, zarpó rumbo al norte.
Se cuenta que, Drake, al pasar frente a “Laguna Verde”, un lugar costero próximo al puerto de Valparaíso, decidió ocultar parte de sus tesoros en una cueva natural formada en el muro rocoso de la costa cuya entrada siempre estaba defendida por grandes olas. Esta es la gruta conocida con el nombre de La cueva del pirata y el valioso tesoro que encierra tiene la virtud de cambiar de lugar pues ahora se encuentra en manos de brujos.
El “entierro” pudo ser fácilmente descubierto por cualquiera que hubiese osado buscarlos hasta un año después del deceso del corsario. Pero nadir se aventuró en la empresa...
Se cree que el alma de Drake, y las de sus camaradas de aventuras, no hallarán la paz hasta que el tesoro sea encontrado.
Muchos pescadores y marinos, que frecuentemente navegan frente a la “cueva del pirata”, dicen haber divisado, por las noches, pequeñas luces azules que corren con desesperación a ocultarse el interior de la gruta como indicando el lugar exacto del fabuloso entierro.
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