Para Karem Schramm
La presencia de ella se nota a leguas, como un esquimal en Palermo. Como un dromedario en el Paseo Ahumada, como un guerrero swahili en la estación del Metro Capitolio. Como un desfile de peces bajo la Torre Eiffel. Parece salida de un cuadro impresionista.
Fumadora impenitente con pitillera de plata en la cartera, conversadora, narradora incansable de mil anécdotas curiosas y una memoria proverbial, sobre todo para los jingles y las series de tv en blanco y negro de la infancia lejana, como esa de terror en que aparecían Cassandra Collins, y su hermano Barnabás, ambos personajes de Sombras Tenebrosas.
El otro día me dijo que se iba a la dimensión desconocida y yo espero que vuelva pronto, que no se quede mucho rato por esos lares, que me cuente después cómo era el lugar en cuestión. Capaz que me entusiasme, que nos entusiasme a todas y vayamos para allá un rato a hacerle compañía.
Los que la rodeamos y la amamos nos la bancamos con todo y sus novios y amantes, que son como personajes sacados de una novela de José Donoso, sus gatos, sus perros, las faldas de flores turquesa que combinan con sus ojos, los bucles rubios y los sombreros que cubren su piel blanquísima. Sombreros que la protegen del sol pero no de las habladurías. Porque la gente siempre busca de qué hablar y claro, ella es tan particular, tan distinta y no le importa.
Diríase que trabaja concienzudamente esa extravagancia suya para su público y me consta que la cultiva desde la más tierna edad, cuando se paseaba con un echarpe blanco larguísimo por los pasillos del liceo durante los fríos inviernos y las demás niñas la abucheaban o reían a sus espaldas.
Lástima que no nació en Londres, en París o en Manhattan. Venir a nacer aquí, en el fin del mundo, donde aún sobreviven las alpacas.
Bueno, esa es otra de sus extravagancias.
Reflexiones acerca de América Latina, ensayos políticos, literarios, noticias y algo de mi narrativa.
jueves, 11 de diciembre de 2008
Las fotos de Alexi

Alexi Gaete es de Concepción. Artista audiovisual. Anduvo navegando en el mismo barco que yo, hace unos años. Fue DJ en Valparaíso y nos gustaba preparar pizzas y beber Misiones de Rengo, de preferencia Carmènere. Ahora vive en Santiago y a él pertenecen las fotografías blanco y negro que dan cuenta de la rara belleza porteña y que subí a este blog.
El blog de la princesa Mononoke

La Princesa Mononoke subió a su blog la fotografía en que camina por la Calle del Arzobispo. Es como el Callejón Diagon – escribe - el de la película de Harry Potter, aunque con seres no tan pintorescos deambulando, pero sí más oscuros, más trágicos, peor vestidos. En todo caso es un callejón bastante peligroso y sórdido. Piensa, mientras escribe y recuerda. Salía entonces de una tokata y olían a cerveza rancia y a orines las escalinatas, el pavimento; toda la calle tenía el hedor del piso de un bar. Es que la ciudad aquella era un bar con marineros holandeses, chinos o polacos en juerga sempiterna, y la Princesa Mononoke parece eso entre la multitud, una princesa, aunque su estatura sea mínima y su rostro luzca pálido, con esas enormes ojeras que dan cuenta de su afición por la noche. Lleva una larga bufanda como un cisne enrollado al cuello y fuma todo el tiempo.
“Ya había amanecido – escribe - y cuando llegaba a mi casa pude ver el mar con estelas anaranjadas y doradas y de pronto emergiendo un submarino que no era amarillo sino gris, era de la Armada del Nuevo Extremo. Me quedé un rato largo mirándolo, porque submarinos no se ven a cada rato. Pero se hacía tarde, no tuve más remedio que entrar a casa y vestirme muy rápido porque ya eran casi las 7 de la mañana y tenía clases de Filología griega, creo. No me crees? Lo de la clase era verdad. El submarino también era real aunque no tanto como ese mar anaranjado y tranquilo. Quizás los borrachos holandeses sí los imaginé, porque eran una legión.”
Love in Hi-Fi
Love me in Hi –Fi repite ella, pero no está pidiéndole amor eterno ni nada a nadie. Es a Nicola Conte a quien tararea y lleva en sus orejas desde hace rato. Luego se acuerda, extrae el móvil de su diminuta cartera de cuero verde y marca un número antes de cruzar la calle.
Me buscaría a otro, otro menos torpe, o menos inteligente, o menos poser, piensa. Pero quién los entiende. Todos están ensimismados, demasiado preocupados por ser vistos, mirados, escuchados, leídos, admirados, que no les importa si hacen el ridículo o si hacen daño. Probablemente les interese más lo primero que lo segundo. Así que mejor continúa tarareando. Apaga el móvil y prosigue su camino.
Love me in Hi-Fi escucha él antes de quedarse dormido sobre el ordenador y ya son las 4 de la mañana. Ha fumado demasiado y oye a su madre que reclama que hasta cuando, que tanto olor impregna las cortinas, lo de ser fumadora pasiva y todo eso que él ya conoce de memoria.
Me buscaría a otro, otro menos torpe, o menos inteligente, o menos poser, piensa. Pero quién los entiende. Todos están ensimismados, demasiado preocupados por ser vistos, mirados, escuchados, leídos, admirados, que no les importa si hacen el ridículo o si hacen daño. Probablemente les interese más lo primero que lo segundo. Así que mejor continúa tarareando. Apaga el móvil y prosigue su camino.
Love me in Hi-Fi escucha él antes de quedarse dormido sobre el ordenador y ya son las 4 de la mañana. Ha fumado demasiado y oye a su madre que reclama que hasta cuando, que tanto olor impregna las cortinas, lo de ser fumadora pasiva y todo eso que él ya conoce de memoria.
lunes, 8 de diciembre de 2008
Los piratas de Valparaíso

Jonny Depp puso nuevamente de moda las historias de piratas y corsarios gracias a su película. Y es que siempre cautivan la imaginación las aventuras que tienen como protagonistas a esos delincuentes del mar, convertidos por la imaginación popular, el cine y las reinas, en verdaderos héroes. Chile no se queda atrás en lo que a piratas se refiere, ya que, siendo un país de extenso litoral y antes de la construcción del canal de Panamá fue paso obligado de todo el tráfico naval que venía desde Europa a partir del siglo XVI.
Sí, Valparaíso también sufrió los estragos de las visitas corsarias. Francis Drake, convertido en Sir por la reina de Inglaterra asoló las costas de mi ciudad allá por el mil quinientos y tanto. Y los tesoros, quizás no tan exuberantes como el de la película en que Depp y Geofrey Rush, alias, capitán Barbosa comparten créditos, también tienen cabida en algún lugar de Valparaíso.
Todo niño o niña porteño más o menos osado dice haber visitado en algún momento de su vida la Cueva del Pirata. Y, como en toda leyenda, el lugar es impreciso. Los investigadores ubican el lugar donde Drake ocultó el tesoro, cerca de Laguna Verde al norte de Valparaíso.
La historia dice más o menos así: “Era la mañana del 5 de Diciembre de 1578 cuando el “Golden Hind” al mando de Sir Francis Drake, entró al Puerto de Valparaíso. Este pirata había sufrido una increíble derrota de parte de los indios, quienes lo habían expulsado de la Isla Mocha diez días antes. En esa ocasión, Drake había recibido un mazazo en la cabeza y un flechazo bajo el ojo derecho.
Durante tres días, el corsario y los suyos, permanecieron en Valparaíso desvalijando una ciudad solitaria cuyos habitantes sólo habían atinado a refugiarse en los cerros o internarse en los campos abandonándolo todo.
Fue entonces, cuando no satisfecho con el botín de sesenta mil duros obtenidos, robó en la Iglesia “La Matriz”: un cáliz de oro, un crucifijo de plata y unas vinajeras fue el resultado de su pillaje y cuando comprobó que los víveres y el botín eran suficientes, zarpó rumbo al norte.
Se cuenta que, Drake, al pasar frente a “Laguna Verde”, un lugar costero próximo al puerto de Valparaíso, decidió ocultar parte de sus tesoros en una cueva natural formada en el muro rocoso de la costa cuya entrada siempre estaba defendida por grandes olas. Esta es la gruta conocida con el nombre de La cueva del pirata y el valioso tesoro que encierra tiene la virtud de cambiar de lugar pues ahora se encuentra en manos de brujos.
El “entierro” pudo ser fácilmente descubierto por cualquiera que hubiese osado buscarlos hasta un año después del deceso del corsario. Pero nadir se aventuró en la empresa...
Se cree que el alma de Drake, y las de sus camaradas de aventuras, no hallarán la paz hasta que el tesoro sea encontrado.
Muchos pescadores y marinos, que frecuentemente navegan frente a la “cueva del pirata”, dicen haber divisado, por las noches, pequeñas luces azules que corren con desesperación a ocultarse el interior de la gruta como indicando el lugar exacto del fabuloso entierro.
sábado, 6 de diciembre de 2008
Mitos de Valparaíso...La cueva del chivato

El diario El Mercurio de Valparaíso es uno de los más antiguos del continente y desde el año 1899 data el edificio que lo alberga actualmente. Es una hermosa construcción que ha sobrevivido a varios terremotos, como el de 1906, que terminó por derrumbar casi todo lo que quedaba de la época colonial. Por eso todo lo que se ve antiguo en mi ciudad son construcciones de estilo inglés o francés. Sólo permanece en pie una casa que perteneció a Lord Cochrane aunque éste jamás vivió allí, en el Cerro Cordillera en la calle Merlet y que albergó el primer observatorio astronómico del país y del continente durante el siglo XIX y que hoy sirve de Museo. Esa casa o museo marítimo cuenta con una vista privilegiada y yo vivía al otro extremo de esa misma calle, en Castillo con Merlet. En ese cerro y en esas casas de los alrededores, también existen muchas historias, cuentos y leyendas a las que me referiré en otra ocasión.
Pero quería más bien contarles una leyenda de Valparaíso que tiene su epicentro en la calle Esmeralda, donde se encuentra El Mercurio, a algunas cuadras de distancia de Cordillera, a los pies del Cerro Concepción y que es una de las muchas leyendas que existen y es que mi ciudad tiene infinidad de historias a cual más interesante y entretenida. Barcos fantasmas, santos que trae el mar, pactos diabólicos, seres mitológicos, casa embrujadas, cuentos de corsarios, criminales famosos que inspiran a escritores y que se convierten en “animitas” a los que los fieles llevan ofrendas para pedirle favores, etc. En esta ocasión quiero referirme a los misterios de la cueva del chivato. El chivato, en Chile, se refiere al macho cabrío, a una de las muchas transformaciones del Maligno.
Pues bien, en el sitio que hoy ocupa el diario el Mercurio, en la calle Esmeralda, que antes se llamó la calle Del Cabo, en los faldeos del Cerro Concepción hubo un roquerío, un promontorio y una cueva. Antiguamente, me estoy refiriendo al siglo XV o XVI, el mar lo ocupaba todo, fue con el correr de los siglos que se le fue ganando espacio al océano. De hecho, gran parte de la ciudad está edificada sobre restos de antiguos naufragios. En aquel entonces, era eso un roquerío donde rompían las olas y allí, había una gran cueva donde, decían, aparecía el Demonio para atraer a las a sirenas que de vez en cuando iban hasta allá para peinar sus largas cabelleras. Pero, para los porteños, ese Demonio, transformado en un Chivo demoníaco atraía a los incautos que por allí atinaban a pasar cuando caía la noche, trasladándose desde el sector El Puerto hasta El Almendral, los embrujaba con sus ojos malignos, y luego los devoraba y por eso ya nunca volvía a saberse de los infortunados. Los porteños comenzaron a llamarla La cueva del chivato desde el siglo XVII..
A finales del siglo XVII ese promontorio y sus alrededores fue vendido a un comerciante vasco Joaquín de Villaurrutia, quien lo dinamitó para comenzar a edificar los edificios que servirían de bodegas para sus transacciones comerciales.
Villaurrutia, logró ser dueño de una fragata con la que deseaba mantener el régimen colonial, pero muy pronto cayó en poder de los patriotas durante gloriosos acontecimientos producidos en 1821. La nave fue destruida durante un violento temporal que la estrelló en los roqueríos que existían frente a la Cueva del Chivato.
Fue hasta el siglo XIX que, según se cuenta, unos marineros ingleses descubrieron que el lugar albergó, en realidad, sucesivas generaciones de ladrones quienes escondían allí sus botines y aprovechaban de asaltar a los viajeros. Ladrones y no el diablo, vivían en el lugar
El año 1833, José Waddington, un comerciante inglés, compró una gran parte del Cerro Concepción, incluyendo los terrenos de la Cueva del Chivato y otros en la Calle del Cabo. Este ordenó nuevas demoliciones del fatídico promontorio haciendo desaparecer definitivamente la legendaria Cueva. El antiguo roquerío desapareció, mas no sus leyendas y su misterio. Ahora hay una placa recordatoria en esa concurrida calle y subiendo unas escaleras, a un costado de El Mercurio, se encuentra un restaurant que lleva ese nombre: La cueva del Chivato. Hasta donde recuerdo la comida no era muy buena. Por esa misma zona, un poco más arriba, vivió mi prima Marcela Latoja quien, ponía en la ventana de su casa, sus bellas marionetas. Más arriba aún, hay iglesias, como las de la foto, que creo es la Iglesia Anglicana o Luterana.
Pero quería más bien contarles una leyenda de Valparaíso que tiene su epicentro en la calle Esmeralda, donde se encuentra El Mercurio, a algunas cuadras de distancia de Cordillera, a los pies del Cerro Concepción y que es una de las muchas leyendas que existen y es que mi ciudad tiene infinidad de historias a cual más interesante y entretenida. Barcos fantasmas, santos que trae el mar, pactos diabólicos, seres mitológicos, casa embrujadas, cuentos de corsarios, criminales famosos que inspiran a escritores y que se convierten en “animitas” a los que los fieles llevan ofrendas para pedirle favores, etc. En esta ocasión quiero referirme a los misterios de la cueva del chivato. El chivato, en Chile, se refiere al macho cabrío, a una de las muchas transformaciones del Maligno.
Pues bien, en el sitio que hoy ocupa el diario el Mercurio, en la calle Esmeralda, que antes se llamó la calle Del Cabo, en los faldeos del Cerro Concepción hubo un roquerío, un promontorio y una cueva. Antiguamente, me estoy refiriendo al siglo XV o XVI, el mar lo ocupaba todo, fue con el correr de los siglos que se le fue ganando espacio al océano. De hecho, gran parte de la ciudad está edificada sobre restos de antiguos naufragios. En aquel entonces, era eso un roquerío donde rompían las olas y allí, había una gran cueva donde, decían, aparecía el Demonio para atraer a las a sirenas que de vez en cuando iban hasta allá para peinar sus largas cabelleras. Pero, para los porteños, ese Demonio, transformado en un Chivo demoníaco atraía a los incautos que por allí atinaban a pasar cuando caía la noche, trasladándose desde el sector El Puerto hasta El Almendral, los embrujaba con sus ojos malignos, y luego los devoraba y por eso ya nunca volvía a saberse de los infortunados. Los porteños comenzaron a llamarla La cueva del chivato desde el siglo XVII..
A finales del siglo XVII ese promontorio y sus alrededores fue vendido a un comerciante vasco Joaquín de Villaurrutia, quien lo dinamitó para comenzar a edificar los edificios que servirían de bodegas para sus transacciones comerciales.
Villaurrutia, logró ser dueño de una fragata con la que deseaba mantener el régimen colonial, pero muy pronto cayó en poder de los patriotas durante gloriosos acontecimientos producidos en 1821. La nave fue destruida durante un violento temporal que la estrelló en los roqueríos que existían frente a la Cueva del Chivato.
Fue hasta el siglo XIX que, según se cuenta, unos marineros ingleses descubrieron que el lugar albergó, en realidad, sucesivas generaciones de ladrones quienes escondían allí sus botines y aprovechaban de asaltar a los viajeros. Ladrones y no el diablo, vivían en el lugar
El año 1833, José Waddington, un comerciante inglés, compró una gran parte del Cerro Concepción, incluyendo los terrenos de la Cueva del Chivato y otros en la Calle del Cabo. Este ordenó nuevas demoliciones del fatídico promontorio haciendo desaparecer definitivamente la legendaria Cueva. El antiguo roquerío desapareció, mas no sus leyendas y su misterio. Ahora hay una placa recordatoria en esa concurrida calle y subiendo unas escaleras, a un costado de El Mercurio, se encuentra un restaurant que lleva ese nombre: La cueva del Chivato. Hasta donde recuerdo la comida no era muy buena. Por esa misma zona, un poco más arriba, vivió mi prima Marcela Latoja quien, ponía en la ventana de su casa, sus bellas marionetas. Más arriba aún, hay iglesias, como las de la foto, que creo es la Iglesia Anglicana o Luterana.
viernes, 5 de diciembre de 2008
Cuando me acuerdo de Valparaíso
Cuando pienso en Valparaíso, pienso que en aquel entonces, como en los tiempos bíblicos previos a la caída, todo era puro placer, delectación total e infinita. Eso creía en aquel tiempo ya lejano, así que ¿para qué detenerse a pensar? ¿Para qué correr el riesgo de olvidarse en el ínter tanto que el alma era una bacanal interminable, un mar Tirreno el vino, un sinsentido metafísico el alma, un paroxismo los sentidos, un travestismo la ciudad antigua y sus colores irrepetibles, un a dónde voy dónde vamos dónde nos llevan cuándo nos vemos o qué me importa?
En aquel entonces, todo aquello no me interesaba, pues tampoco había ningún lugar al cual arribar, ni llegadero, parada de autobús o muelle, sólo el viaje, el bello viaje a reinos perdidos en la memoria.
Después fueron dioses oscuros, tramposos y ambiguos los que vinieron para llevarse mi música y las palabras pronunciadas a otra parte.
Y a pesar de todo, la ciudad era una fiesta interminable con algas, el olor yodado del mar en las narices y el viento agitando las bufandas o a punto de volar desde los funiculares mientras miraba los gatos, el mar iluminado, los edificios como proas de vacías embarcaciones en medio de la noche, la niebla y los mendigos.
Para ser sincera, ninguna entendía nada de nada, salvo las flores de la adormidera en nuestras manos frías. Nada existía, mucho menos las sirenas de los barcos con marineros partiendo sin ellas que agitaban pañuelos o el espectáculo de lo que éramos o pretendíamos ser y en eso se nos pasaba el tiempo y la vida. En eso, contemplando el mar sacudido por la tormenta en invierno, bebiendo chocolate caliente, leyendo a Maqueira, a Lemebel o viendo las películas de Emir Kusturika y Tim Burton, pero con fantasmas menos teatrales, más corpóreos, sin el bello cherokee Johnny Depp que nos acariciara e hiciera el amor, sin gitanos que animaran bodas o funerales, pero igual de enloquecidos todos y todas, tocando el acordeón en el techo, y algunas veces, hasta siendo muy felices. Pero después, ya no.
En aquel entonces, todo aquello no me interesaba, pues tampoco había ningún lugar al cual arribar, ni llegadero, parada de autobús o muelle, sólo el viaje, el bello viaje a reinos perdidos en la memoria.
Después fueron dioses oscuros, tramposos y ambiguos los que vinieron para llevarse mi música y las palabras pronunciadas a otra parte.
Y a pesar de todo, la ciudad era una fiesta interminable con algas, el olor yodado del mar en las narices y el viento agitando las bufandas o a punto de volar desde los funiculares mientras miraba los gatos, el mar iluminado, los edificios como proas de vacías embarcaciones en medio de la noche, la niebla y los mendigos.
Para ser sincera, ninguna entendía nada de nada, salvo las flores de la adormidera en nuestras manos frías. Nada existía, mucho menos las sirenas de los barcos con marineros partiendo sin ellas que agitaban pañuelos o el espectáculo de lo que éramos o pretendíamos ser y en eso se nos pasaba el tiempo y la vida. En eso, contemplando el mar sacudido por la tormenta en invierno, bebiendo chocolate caliente, leyendo a Maqueira, a Lemebel o viendo las películas de Emir Kusturika y Tim Burton, pero con fantasmas menos teatrales, más corpóreos, sin el bello cherokee Johnny Depp que nos acariciara e hiciera el amor, sin gitanos que animaran bodas o funerales, pero igual de enloquecidos todos y todas, tocando el acordeón en el techo, y algunas veces, hasta siendo muy felices. Pero después, ya no.
jueves, 4 de diciembre de 2008
Una lectura de las elecciones venezolanas de noviembre
Me hubiese gustado realizar un análisis acerca de las tan cacareadas elecciones venezolanas del 23 de noviembre último. Me ha faltado tiempo, porque tengo un juicio más o menos claro de lo acontecido. Sin embargo, me parece que lo escrito por James Petras y publicado por www.rebelion.org el 26 de noviembre resulta bastante acertado, porque aporta datos interesantes. Aquí va lo de Petras que se titula
Las victorias socialistas se han debido a un deliberado voto de clase y no simplemente a un reflejo de identificación con el presidente Chávez.
Victoria de los socialistas venezolanos en las decisivas elecciones del 23 de noviembre de 2008
James Petras
Rebelión
Traducido por Manuel Talens
El pro chavista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSPV) ha conquistado el 72% de los cargos de gobernador que estaban en juego en las elecciones del 23 de noviembre y ha obtenido el 58 % del voto popular, contradiciendo así a la mayoría de los encuestadores pro capitalistas y a la casi totalidad de los medios, que habían dado como favorita a la oposición.
Los candidatos del PSUV han derrotado a los gobernadores salientes de la oposición en tres estados (Guárico, Sucre y Aragua) y han perdido dos (Miranda y Táchira). La oposición conserva el poder en un centro turístico (Nueva Esparta) y ha ganado en Tachira, un estado fronterizo con Colombia, Carabobo y el estado petrolífero de Zulia, además de lograr inesperadas victorias en el populoso Miranda y en la alcaldía de Caracas. La victoria socialista tiene un especial significado, porque el porcentaje total de votos alcanzado –el 65 % del censo– representa la mayor participación ciudadana de todas las elecciones no presidenciales anteriores. Las predicciones propagandísticas de los encuestadores, según las cuales un elevado número de votantes favorecería a la oposición, no eran más que ilusiones sin fundamento.
La importancia de la victoria socialista es evidente si se sitúa en un contexto histórico comparativo:
1. Pocos partidos de Europa, América del Norte o del Sur –si es que hay alguno– han conservado un grado tan alto de apoyo popular en elecciones libres y abiertas.
2. El apoyo masivo al PSUV ha tenido lugar en un momento de medidas económicas radicales, incluida la nacionalización de importantes monopolios capitalistas privados del cemento, el acero, las finanzas y otros.
3. Los socialistas han ganado a pesar de la caída del 70% en el precio del petróleo, la fuente principal de ingresos del país (desde 140 a 52 dólares el barril), y si lo han hecho es porque el gobierno ha mantenido la mayoría de las subvenciones de sus programas sociales.
4. El electorado ha sido más selectivo a la hora de votar a los candidatos chavistas –ha recompensado a los que administraron adecuadamente los servicios gubernamentales y ha castigado a los que ignoraron o no respondieron a las exigencias populares. Incluso si el presidente Chávez hizo campaña a favor de todos los candidatos, los votantes no han seguido sus consignas allá donde existía resentimiento contra los chavistas salientes, tal como ha sucedido en Miranda con el gobernador Diosdado Cabello y con el alcalde de la capital del Distrito de Caracas. Las victorias socialistas se han debido a un deliberado voto de clase y no simplemente a un reflejo de identificación con el presidente Chávez.
5. La decisiva victoria del PSUV proporciona las bases necesarias para hacer frente con medidas socialistas al profundo colapso del capitalismo mundial, sin tener que sangrar los fondos del Estado para rescatar de la bancarrota a bancos y empresas capitalistas. La debacle del capitalismo facilitará la socialización de la mayoría de los sectores económicos clave. Gran parte de las compañías venezolanas están enormemente endeudadas con el Estado y con los bancos locales. El gobierno de Chávez puede ahora exigirles que reembolsen sus deudas o entreguen las llaves, lo cual constituiría una transición indolora y eminentemente legal al socialismo.
Los resultados de las elecciones señalan la profunda polarización existente entre la derecha dura y la izquierda socialista. Los gobernadores ex chavistas socialdemócratas de centro han sido prácticamente borrados del mapa político. El derechista vencedor en el estado Miranda, Henrique Capriles Radonsky, intentó quemar la embajada de Cuba durante el fracasado golpe militar de abril del 2002 y el gobernador electo de Zulia, Pablo Pérez, ha sido un candidato elegido a dedo por el ultraderechista gobernador Rosales.
Incluso si los gobernadores estatales y los alcaldes municipales de la oposición pueden servir de plataforma para atacar al gobierno nacional, la crisis económica limitará en gran medida la cantidad de recursos disponibles para mantener los servicios y aumentará su dependencia del gobierno federal. Un ataque frontal contra los gastos estatales y locales del gobierno de Chávez en una guerra partidista podría conducir a la disminución de las subvenciones federales y provocaría el descontento de las bases. La derecha ha avanzado debido a sus promesas de mejorar los servicios nacionales y locales y de terminar con la corrupción y el favoritismo. Si utilizase nuevamente su anterior política de compadreo y un obstruccionismo extremo perdería apoyo popular y con ello limitaría sus esperanzas de transformar estos avances locales en poder nacional. Los recién elegidos gobernadores y alcaldes de la oposición necesitan la cooperación y el apoyo del gobierno federal, sobre todo en el entorno de la profunda crisis que estamos atravesando, so pena de perder apoyo popular y credibilidad.
Conclusión
No cabe esperar que los medios de comunicación reconozcan la victoria socialista. Su esfuerzo por magnificar el significado de ese 40% del voto electoral que se ha decantado por la oposición y su victoria en el 20% de los estados era predecible. Sin duda los socialistas evaluarán críticamente los resultados durante el período pos-electoral y es de esperar que se planteen cómo seleccionar a los futuros candidatos, haciendo hincapié en su actuación en asuntos locales por encima de su lealtad al presidente Chávez y al "socialismo". La tarea más inmediata y urgente a la que se enfrentan el PSUV, el presidente Chávez, los legisladores y los nuevos funcionarios elegidos consiste en poner en marcha un plan estratégico socioeconómico de conjunto para capear el colapso global del capitalismo, empresa difícil de llevar a cabo ante la abrupta caída del precio del petróleo y de los ingresos federales y el inevitable declive del gasto gubernamental. Chávez ha prometido mantener todos los programas sociales, incluso si los precios del petróleo se mantienen en torno a los 50 dólares el barril. Se trata claramente de una posición positiva y defendible si el gobierno reduce los elevados subsidios al sector privado y no se embarca en salvar compañías privadas de la bancarrota. A pesar de que las reservas estatales de 40 mil millones de dólares pueden servir temporalmente para amortiguar el golpe, lo cierto es que el gobierno, con el apoyo de sus mayorías en el ámbito federal y estatal, necesita tomar decisiones difíciles y no simplemente imprimir dinero, lo cual haría que se disparase el déficit, se devaluase la moneda y aumentasen las ya elevadas tasas de inflación anual (el 31% en el mes de noviembre).
La única estrategia razonable consiste en tomar el control del comercio exterior y supervisar directamente a las cúpulas dirigentes de los sectores productivo y distributivo, así como establecer prioridades para preservar el nivel de vida de las masas. Con el fin de contrarrestar la ineptitud burocrática y neutralizar a los funcionarios holgazanes, el poder real y el control deben ser transferidos a los trabajadores organizados y a consejos autónomos de consumidores y de barrio. El pasado reciente revela que el mero hecho de elegir alcaldes o gobernadores socialistas no basta para asegurar la puesta en marcha de políticas progresistas y la gestión de los servicios básicos. Un gobierno representativo liberal (incluso con socialistas elegidos) requiere un mínimo de control y de presión populares para tomar decisiones difíciles y establecer prioridades en medio de una crisis económica prolongada y cada vez mayor.
Título original: Victory for Venezuela’s Socialists in Crucial Elections – November 2008
El sociólogo marxista usamericano James Petras ha publicado más de sesenta libros de economía política y, en el terreno de la ficción, cuatro colecciones de cuentos. Es colaborador permanente de Rebelión.
El escritor y traductor Manuel Talens es miembro de los colectivos de Cubadebate, Rebelión y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y la fuente.
Las victorias socialistas se han debido a un deliberado voto de clase y no simplemente a un reflejo de identificación con el presidente Chávez.
Victoria de los socialistas venezolanos en las decisivas elecciones del 23 de noviembre de 2008
James Petras
Rebelión
Traducido por Manuel Talens
El pro chavista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSPV) ha conquistado el 72% de los cargos de gobernador que estaban en juego en las elecciones del 23 de noviembre y ha obtenido el 58 % del voto popular, contradiciendo así a la mayoría de los encuestadores pro capitalistas y a la casi totalidad de los medios, que habían dado como favorita a la oposición.
Los candidatos del PSUV han derrotado a los gobernadores salientes de la oposición en tres estados (Guárico, Sucre y Aragua) y han perdido dos (Miranda y Táchira). La oposición conserva el poder en un centro turístico (Nueva Esparta) y ha ganado en Tachira, un estado fronterizo con Colombia, Carabobo y el estado petrolífero de Zulia, además de lograr inesperadas victorias en el populoso Miranda y en la alcaldía de Caracas. La victoria socialista tiene un especial significado, porque el porcentaje total de votos alcanzado –el 65 % del censo– representa la mayor participación ciudadana de todas las elecciones no presidenciales anteriores. Las predicciones propagandísticas de los encuestadores, según las cuales un elevado número de votantes favorecería a la oposición, no eran más que ilusiones sin fundamento.
La importancia de la victoria socialista es evidente si se sitúa en un contexto histórico comparativo:
1. Pocos partidos de Europa, América del Norte o del Sur –si es que hay alguno– han conservado un grado tan alto de apoyo popular en elecciones libres y abiertas.
2. El apoyo masivo al PSUV ha tenido lugar en un momento de medidas económicas radicales, incluida la nacionalización de importantes monopolios capitalistas privados del cemento, el acero, las finanzas y otros.
3. Los socialistas han ganado a pesar de la caída del 70% en el precio del petróleo, la fuente principal de ingresos del país (desde 140 a 52 dólares el barril), y si lo han hecho es porque el gobierno ha mantenido la mayoría de las subvenciones de sus programas sociales.
4. El electorado ha sido más selectivo a la hora de votar a los candidatos chavistas –ha recompensado a los que administraron adecuadamente los servicios gubernamentales y ha castigado a los que ignoraron o no respondieron a las exigencias populares. Incluso si el presidente Chávez hizo campaña a favor de todos los candidatos, los votantes no han seguido sus consignas allá donde existía resentimiento contra los chavistas salientes, tal como ha sucedido en Miranda con el gobernador Diosdado Cabello y con el alcalde de la capital del Distrito de Caracas. Las victorias socialistas se han debido a un deliberado voto de clase y no simplemente a un reflejo de identificación con el presidente Chávez.
5. La decisiva victoria del PSUV proporciona las bases necesarias para hacer frente con medidas socialistas al profundo colapso del capitalismo mundial, sin tener que sangrar los fondos del Estado para rescatar de la bancarrota a bancos y empresas capitalistas. La debacle del capitalismo facilitará la socialización de la mayoría de los sectores económicos clave. Gran parte de las compañías venezolanas están enormemente endeudadas con el Estado y con los bancos locales. El gobierno de Chávez puede ahora exigirles que reembolsen sus deudas o entreguen las llaves, lo cual constituiría una transición indolora y eminentemente legal al socialismo.
Los resultados de las elecciones señalan la profunda polarización existente entre la derecha dura y la izquierda socialista. Los gobernadores ex chavistas socialdemócratas de centro han sido prácticamente borrados del mapa político. El derechista vencedor en el estado Miranda, Henrique Capriles Radonsky, intentó quemar la embajada de Cuba durante el fracasado golpe militar de abril del 2002 y el gobernador electo de Zulia, Pablo Pérez, ha sido un candidato elegido a dedo por el ultraderechista gobernador Rosales.
Incluso si los gobernadores estatales y los alcaldes municipales de la oposición pueden servir de plataforma para atacar al gobierno nacional, la crisis económica limitará en gran medida la cantidad de recursos disponibles para mantener los servicios y aumentará su dependencia del gobierno federal. Un ataque frontal contra los gastos estatales y locales del gobierno de Chávez en una guerra partidista podría conducir a la disminución de las subvenciones federales y provocaría el descontento de las bases. La derecha ha avanzado debido a sus promesas de mejorar los servicios nacionales y locales y de terminar con la corrupción y el favoritismo. Si utilizase nuevamente su anterior política de compadreo y un obstruccionismo extremo perdería apoyo popular y con ello limitaría sus esperanzas de transformar estos avances locales en poder nacional. Los recién elegidos gobernadores y alcaldes de la oposición necesitan la cooperación y el apoyo del gobierno federal, sobre todo en el entorno de la profunda crisis que estamos atravesando, so pena de perder apoyo popular y credibilidad.
Conclusión
No cabe esperar que los medios de comunicación reconozcan la victoria socialista. Su esfuerzo por magnificar el significado de ese 40% del voto electoral que se ha decantado por la oposición y su victoria en el 20% de los estados era predecible. Sin duda los socialistas evaluarán críticamente los resultados durante el período pos-electoral y es de esperar que se planteen cómo seleccionar a los futuros candidatos, haciendo hincapié en su actuación en asuntos locales por encima de su lealtad al presidente Chávez y al "socialismo". La tarea más inmediata y urgente a la que se enfrentan el PSUV, el presidente Chávez, los legisladores y los nuevos funcionarios elegidos consiste en poner en marcha un plan estratégico socioeconómico de conjunto para capear el colapso global del capitalismo, empresa difícil de llevar a cabo ante la abrupta caída del precio del petróleo y de los ingresos federales y el inevitable declive del gasto gubernamental. Chávez ha prometido mantener todos los programas sociales, incluso si los precios del petróleo se mantienen en torno a los 50 dólares el barril. Se trata claramente de una posición positiva y defendible si el gobierno reduce los elevados subsidios al sector privado y no se embarca en salvar compañías privadas de la bancarrota. A pesar de que las reservas estatales de 40 mil millones de dólares pueden servir temporalmente para amortiguar el golpe, lo cierto es que el gobierno, con el apoyo de sus mayorías en el ámbito federal y estatal, necesita tomar decisiones difíciles y no simplemente imprimir dinero, lo cual haría que se disparase el déficit, se devaluase la moneda y aumentasen las ya elevadas tasas de inflación anual (el 31% en el mes de noviembre).
La única estrategia razonable consiste en tomar el control del comercio exterior y supervisar directamente a las cúpulas dirigentes de los sectores productivo y distributivo, así como establecer prioridades para preservar el nivel de vida de las masas. Con el fin de contrarrestar la ineptitud burocrática y neutralizar a los funcionarios holgazanes, el poder real y el control deben ser transferidos a los trabajadores organizados y a consejos autónomos de consumidores y de barrio. El pasado reciente revela que el mero hecho de elegir alcaldes o gobernadores socialistas no basta para asegurar la puesta en marcha de políticas progresistas y la gestión de los servicios básicos. Un gobierno representativo liberal (incluso con socialistas elegidos) requiere un mínimo de control y de presión populares para tomar decisiones difíciles y establecer prioridades en medio de una crisis económica prolongada y cada vez mayor.
Título original: Victory for Venezuela’s Socialists in Crucial Elections – November 2008
El sociólogo marxista usamericano James Petras ha publicado más de sesenta libros de economía política y, en el terreno de la ficción, cuatro colecciones de cuentos. Es colaborador permanente de Rebelión.
El escritor y traductor Manuel Talens es miembro de los colectivos de Cubadebate, Rebelión y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y la fuente.
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Mirando Valparaíso desde el Cerro Cordillera, 2002

Mi casa era el viento ululando por Valparaíso,/las luces de Quintero/los perros vagos deambulando por las calles.
En las alturas titeremundanas
John Márquez tras la cámara y Rodrigo Acosta en la dirección del programa infantil Títere Mundachi.
En el bosque titeremundano...
Aunque algunos parezcan mutantes... Noo! Es Títere Mundachi
Grabando en Mérida el programa infantil que dirige Rodrigo Acosta. Un montón de locos creativos con él a la cabeza han dado cuerpo a esta serie televisiva.
En pleno rodaje y con mucho frío.
Un felino porteño

Personaje característico de las calles de Valparaíso, visto por Marcela Latoja.
La ciudad que se deshace lentamente.

Siempre Valparaíso, por Marcela.
Subiendo hacia el Cerro Concepción.

Los colores de la ciudad. By Alex Aguero.
Siempre presente... Allende.

Bajando por Almirante Montt, hacia Plaza Aníbal Pinto. Otra foto de Alex Aguero.
En pleno Almendral, mi escuela.
Escuela Ramón Barros Luco, Valparaíso. Es una construcción que data de 1926 y debe su diseño al arquitecto Alfredo Azancot. Conjuga diversos estilos y aunque ha sido modificada en su interior, aún conserva su misterio, como sus fantasmas, por ejemplo. Quienes estudiamos allí tenemos más de una historia al respecto.